Eres un ser espiritual viviendo una aventura en un automóvil llamado cuerpo. La reencarnación no es sueño y a cada momento estás en contacto con este proceso, la naturaleza es cíclica, una planta nace, florece, madura y muere dejando las semillas para continuar el ciclo divino.
El ser humano sólo es transmisor de este maravilloso e incesante flujo, de una energía ininterrumpida.
La reencarnación busca la evolución, exige un largo aprendizaje, que se va adquiriendo poco a poco, en todo este proceso evolutivo. Cuando el cuerpo de un ser humano “muere”, el alma es separado del cuerpo llegando a otros planos de existencia hasta que decide volver y seguir “avanzando de nivel”.
octubre 27
Reencarnación
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