Las dimensiones espirituales no son lugares, son estados de conciencia. Pasar a una dimensión superior significa percibir aspectos más profundos de los lugares en donde estamos, ver más allá. Estamos en la tercera dimensión y por tanto percibimos básicamente el mundo físico, la cuarta dimensión, es percibir y reconocer sentimientos y pensamientos, sin embargo nuestro planeta y todas sus criaturas tienen que avanzar, estamos viviendo un tiempo “crítico” intentan detenernos pero esto es inevitable, avanzar de dimensión significa regresar la unidad, a la comunidad y sobre todo vivir en y desde el amor incondicional.
octubre 28
El tercer secreto de Fátima
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